Muchos me preguntan: ¿Hago la excursión a Sachsenhausen?
En mi viaje a Berlín, ya había pasado 3 días enteros recorriendo la ciudad alemana. Estaba en duda si hacer o no la excursión a Sachsenhausen, el campo de concentración en las afueras de Berlín, por toda la carga emocional que conllevaba. Sin embargo, y luego de algunas idas y vueltas decidí ir.
Para saber bien qué hacer y ver en Berlín, no te pierdas este post.
Cómo llegar?
Había dos opciones: o ir por mi cuenta en el tren y pagar directamente una audio guía en el lugar (el sitio tiene entrada gratuita) o pagar una diferencia con una visita guiada.
Finalmente opté por ir en una excursión en grupo con la empresa Sandemans, cuyos tours tanto gratuitos como pagos recomiendo enormemente. Tomé varios de ellos en distintas ciudades europeas y jamás me fallaron. Pero fue todo en inglés.
Si buscan la misma excursión en español desde Berlin les recomiendo la de Civitatis:
¿Cómo se llega a Sachsenhausen?
El tour dura medio día y se sale desde la famosa Puerta de Brandeburgo junto con el guía y el grupo. Luego de dos combinaciones de subtes, tomamos el tren rumbo a la zona del campo.
El viaje en tren dura unos 40 minutos más o menos y la estación queda a unas cuadras de la entrada principal. Ya antes de ingresar se podía sentir una energía muy particular y un momento de mucho respeto y silencio.
Qué era Sachsenhausen?
Sachsenhausen es conocido porque era un ¨campo modelo¨ entre los nazis, es decir, servía como referencia para el armado de siguientes campos. Unos 200.000 prisioneros pasaron por ahí durante el régimen y era un centro de entrenamiento para guardias de la SS.
El campo sufrió varias destrucciones luego de la guerra y lo que se ve hoy en día en el recorrido son estructuras reconstruidas y recreadas.
¿Qué puntos se visitan?
Durante el recorrido, algunos de los sitios que se visitan son la Estación Z, la torre de vigilancia A, las barracas de los judíos, la Prisión T, el museo, entre otros.
¿Vale la pena ir? Sí. ¿Es fuerte? Sí, muchísimo. Pero me parece que forma parte de la historia de Alemania y de la humanidad.
A pesar de lo poco que quedó de las fachadas originales, haber ido en tour me pareció sin duda la mejor decisión. Fue una clase de historia al aire libre y pude vivir la experiencia de vivir la historia en el lugar de los hechos.
Fue una experiencia distinta, dura, pero sumamente interesante y recomiendo que si pasan por Berlín, se animen a ir y a vivir su propia experiencia de la memoria durante la excursión a Sachsenhausen.
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