Esta es la segunda historia que creamos cinco mujeres amantes de la escritura y de los viajes!
Vivimos en distintas partes del mundo y creamos otro cuento en capítulos. La primera historia la puedes leer acá.
Que la disfruten ♡
“UN REGALO DEL DESTINO”
Capítulo I: Desencuentros, por Cin Morrow
“Qué estoy haciendo acá?” Se preguntó Tomás por tercera, cuarta o quinta vez en el día. Y no se refería al pub en el que estaba sentado. Ni siquiera al pueblo que existía detrás de la puerta, y que tantas veces había buscado en el mapa. Lo suyo era una duda más amplia. “Qué estoy haciendo en Irlanda? Qué estoy haciendo con mi vida?”
Detrás de la barra había una chica. Se acercó con la pinta de Guinness que había pedido pero se detuvo justo antes de dársela. “Perdoname, -preguntó en inglés -puedo ver alguna identificación?”
Tomás se rió y sacó su pasaporte del bolsillo de la mochila. Pensó que tal vez la poca luz que había en el pub, producto del clima irlandés y la madera que cubría las paredes, le había quitado años.
La chica lo estudió y, en silencio, le dio el pasaporte y la cerveza. Tomás estuvo tentado de decirle algo más pero no se le ocurrió nada. Estaba cansado. Ese viaje no estaba saliendo como había pensado.
Había venido en busca de una conexión con la tierra, con la gente, con algo. Pero lo único que le gustaba era la Guinness. Después de recorrer medio país manejando por rutas inhóspitas, debajo de la lluvia, y con 2% de batería en el teléfono, había llegado al pueblo de donde eran sus abuelos. Había visitado el cementerio lleno de tumbas con su apellido y había intentado entablar conversaciones con extraños. Pero nadie parecía dispuesto a conectar con él ni a contarle ninguna historia sobre su familia.
“Qué estás haciendo acá?” Preguntó la chica detrás de la barra. Y las sutilezas del idioma hicieron que Tomás no se diera cuenta si ella estaba coqueteando con él o le molestaba su presencia.
Tomás la miró, prestándole atención por primera vez, no tenía pecas ni ojos azules. No era pelirroja ni llevaba un trébol tatuado en ninguna parte visible. Pero era más irlandesa de lo que él sería nunca. “No sé”, le respondió. Ella estiró una mano por encima de la barra. “Soy Gemma, -dijo con una sonrisa- creo que somos primos.”
Ver esta publicación en Instagram
Capítulo 2: Welcome home, por Valen De Maussion
Tomás abrió grandes los ojos y preguntó « Perdón?! ». Una electricidad pasó por su cuerpo al tocar la mano de Gemma, que lo miró fijo a los ojos. «MacGorman no es un apellido común, si tu familia es originaria de Thurles, venimos de la misma familia.» dijo ella.
Tomás no lo podía creer, había estado buscando entablar contacto con los locales sin éxito y de repente, se le aparecía una prima lejana con una simpatía increíble, que se ofrece a llevarlo al día siguiente a un recorrido que lo iba a sorprender!? Parecía que al final éste viaje comenzaba a tener sentido. Estaba nervioso, porque presintió que algo cambiaría y respondería a su eterna pregunta existencial. Gemma llegó en una vieja camioneta, y él de nuevo sintió esa corriente al estrechar su mano, pero su mirada le sonaba como si la conociera de siempre.
Luego de un recorrido por el pueblo, Gemma comenzó a encarar hacia las afueras. Las praderas verdes a pérdida de vista con el cielo azul, le parecieron a Tomás un paraíso. Asomaba su cabeza por la ventana, sentía el viento en su cara, estaba respirando el mismo aire que sus ancestros. Cerraba los ojos y volaba en sueños, lamentando en el alma que su abuelo no estuviera para compartir ese viaje que tanto habían soñado juntos. Pero no quería perderse un segundo de estos paisajes y volvía a abrirlos enseguida. Gemma lo miraba con una sonrisa cómplice.
Llegaron a la entrada de una propiedad, al final del camino había pequeño castillo medieval. En la puerta de la casa, tres personas esperaban su llegada. Tomás vió cambiar el gesto tranquilo de Gemma por una sonrisa tan grande que no entraba en su rostro! Las tres personas se presentaron dándole la bienvenida y uno de ellos preguntó si traía consigo los documentos.
Claro que los tenía consigo! La noche anterior, le había contado a Gemma que su abuelo le había dejado unos documentos para su futuro viaje juntos, que nunca se realizó. Uno de ellos revisó los papeles y dice « todo está en orden ». En ese momento, Gemma miró a Tomás y le dijo « Welcome home Tomás, éste castillo estaba esperando que llegaras. Tu abuelo lo dejó para ti. »
Ver esta publicación en Instagram
Capítulo 3: Una visita del pasado, por Lupe Piñeiro
En ese momento, las mejillas de Tomás vieron caer, una detrás de otra, un sinfín de lágrimas de emoción y alegría por todo lo que estaba viviendo. Ni en sus sueños más alocados el joven, que apenas pasaba la veintena, había podido imaginar un regalo tan especial de parte de su ser más querido en el mundo.
Esas tres personas que lo aguardaban eran parientes lejanos, miembros de un árbol genealógico que recién ahora lograba completar. La tarde pasó volando entre cafés con leche, recuerdos y sonrisas. Se hizo de noche y el flamante heredero se dispuso a dormir. Su familia “Irish” le había asignado una habitación. En el primer piso de la vivienda, luego de atravesar un largo pasillo de luz escasa, se llegaba al dormitorio que tenía destinado. Había sido para Tomás un día intenso, un día después del cual nada en su vida volvería a ser igual.
Ya recostado en la cama, el joven hacía vanos esfuerzos para no dormirse. Temía despertar al otro día y que todo lo que hubiera vivido aquel domingo no fuera más que un producto onírico. En medio de esa lucha absurda contra el sueño, hizo un recorrido visual por los detalles de la decoración. Dicen que las paredes guardan más secretos que los curas. Y es esto lo que él confirmó. Fotos de su abuelo de joven, a su edad. Esa sonrisa pícara, de costado y con hoyuelo que lo acompañaba a la distancia en cada paso importante de su vida.
El cansancio le ganó. Tomás cerró los ojos y entró al mundo de los sueños. Apareció frente a él un camino de tierra. Avanzó. Alguien lo esperaba al final del sendero. Alcanzó a ver los zapatos embarrados, el enterito. Una luz lo encandilaba. Apenas pudo ver un poco más, se dio cuenta: los hoyuelos. Era su abuelo. “Te estaba esperando”, murmuró como si se tratara de un secreto. El joven no tenía miedo. Aún después de su muerte, sentía su presencia, se sentía cuidado por él y sabía que lo protegía desde algún lado. Las arrugas de la frente -por su costado gruñón- no impedían ver sus ojos iluminados por el esperado reencuentro. Una charla infinita. Lágrimas de alegría. Como si el tiempo no hubiera pasado. Un abrazo y una despedida.
Ver esta publicación en Instagram
Capítulo 4: ¿Quedarse o regresar? , por mi, Cami González del Solar
Esa mañana, mientras recorría los pasillos del castillo, observaba las fotografías de las paredes con detenimiento. Había muchas imágenes de su abuelo durante su infancia y adolescencia. Era la primera vez que veía fotos de su vida en Irlanda.
“Te pareces mucho a él, ¿sabes?”, le comentó Gemma acercándose. Él sonrió. “¿Cómo es que no nos hablaba sobre sus orígenes? Apenas nos contaba de su país. Siento que no pude llegar a conocerlo del todo”, le cuestionó Tomas reflexivo.
De pronto le vibró el teléfono. Era una notificación de la aerolínea. Su check-in estaba disponible. En ese instante recordó que en 24hs salía su vuelo de vuelta a Argentina. ¿Estaba realmente dispuesto a quedarse en Irlanda siguiendo los pasos de su abuelo? Su pasaje era ida y vuelta, y no estaba seguro si estaba listo para dejarlo todo y empezar una nueva vida lejos de casa. Todavía tenía algunos compromisos inconclusos: terminar la carrera universitaria, un departamento en alquiler y su trabajo de lunes a viernes, que, si bien no le encantaba, le alcanzaba lo suficiente para pagar sus gastos mensuales.
En tan solo un día su vida había cambiado. Pasó de ser un turista desconocido a ser más local de lo que creía. Y hasta propietario de un castillo. Aún le faltaba mucho por descubrir de la historia de su abuelo en “la isla Esmeralda”.
“¿De verdad tienes que regresar?” preguntó Gemma preocupada. “Realmente no sé qué hacer. Todo está sucediendo tan rápido y me cuesta creer todo esto. Yo solo vine por unas semanas y poder cumplir su deseo antes de partir”.
De repente, uno de los tres hombres que lo recibió el día anterior los interrumpió. “Disculpe Sr. MacGorman, ya está todo listo para su fiesta de bienvenida”. “¿Fiesta de bienvenida?” Preguntó Tomás. “Dale, vamos a divertirnos un rato a la manera celta. A ver si con esto te convencemos de quedarte y te des cuenta que esto es real. Juntos reviviremos su historia”, le contestó Gemma.
Ver esta publicación en Instagram
Capítulo 5: Final, por Vir Rossi
Tan pronto como se acercó a la puerta de entrada y aún sin abrirla, el sonido de la gaita ya comenzaba a escucharse desde el jardín. Miró a Gemma, que aún seguía a su lado,le regaló una sonrisa tímida y tiró de esa manija antigua. Allí estaban sus parientes lejanos, gente del pueblo que se acercó también a recibirlo y niños corriendo de un lado a otro al ritmo de la música irlandesa. Y así pasaron las horas entre risas, conversaciones, bailes con coreografía, mucha cerveza, y comida a base de Guinness. Y ella siempre a su lado.
El cielo iba tomando un color rosado. El día, su fiesta y su estadía en ese lugar iban llegando a su fin. Tomás se alejó por unos minutos. Se sentó sobre un tronco caído. Aún se escuchaba la música de fondo. Alzó su mirada hacia el cielo y pensó en él. Lo extrañaba tanto que aún dolía su ausencia. Pero ahí, en ese lugar, lo sentía muy cerca, y la herida parecía aliviarse. No sabía si era la gente, las fotos de su abuelo que adornaban los interminables pasillos del castillo, o simplemente el lugar, su lugar.
“Acá estás, te estaba buscando. Pensé que …”- Gemma parecía un tanto preocupada.
“¿Que me había ido?. No,aún estoy aquí “ – le respondió Tomás mirándola dulcemente a los ojos. Y ahí se quedaron los dos, sentados en ese tronco, hablando de esa tarde increíble. Sus miradas lo decían todo, algo pasaba entre ellos dos, pero él se iría en sólo unas horas. Aunque por dentro se moría de ganas de besarla, y ella a él.Ninguno de los dos hizo nada.
Llegó la mañana de su partida. Un taxi lo esperaba en la puerta del castillo. La abrazó fuerte. Ella con la voz quebrada le agradeció por los días juntos y él le susurró en el oído que volvería tan pronto pueda. Corrió hacía al taxi con su valija pequeña en una mano y con la otra sontenía el paraguas negro. “ Good morning,to Kilkenny Airport, please”- Miró una última vez por la ventana empañada y repleta de gotas. Debía regresar, aunque su corazón indicara lo contrario.
Pero a veces la vida tiene otros planes para nosotros,nos pone en situaciones que están fuera de nuestro alcance, y nos obliga a animarnos, a intentarlo
“Vuelos cancelados. Fronteras cerradas hasta nuevo aviso. ”
Ver esta publicación en Instagram
FIN
Y así termina Una historia en 5 capítulos (segunda edición), un cuento que creamos 5 mujeres en distintas partes del mundo, espero les haya gustado!
Fue un proyecto lleno de amor que llevamos a cabo entre mujeres que vivimos lejos del país que nos vio nacer.
Fuimos publicando un capítulo por día desde nuestras distintas cuentas de Instagram.
Para leer el primer cuento haz click a continuación:
Leave A Reply